Tras una larga gira de seis meses de éxitos por toda España, Luis Merlo regresa a Madrid con Tócala otra vez, Sam, un mítico texto de Woody Allen que ha encandilado ya a más de doscientos mil espectadores.
El hijo de Carlos Larrañaga afronta con entereza los
difíciles momentos por los que pasa la familia tras las complicaciones
respiratorias que complicaron repentinamente la operación a la que fue
sometido el actor tras serle detectado un tumor en las vías urinarias y
es que las noticias son mejores cada día.
Tras más de veinte días ingresado, los médicos del hospital
Xanit Internacional de Benalmádena (Málaga) confían en una recuperación
lenta pero segura que ha llenado de alegría y esperanza a toda la
familia.
- ¿Cuál es el secreto de estos dos años de éxito?
- No sabemos cual es el secreto, si hubiera una fórmula mágica
la repetiríamos siempre, lo que hemos hecho es poner todo nuestro
cariño y profesionalidad en el proyecto y rodearnos del mejor de los
equipos. Han sido seis meses de gira llenos de éxito y volvemos a Madrid
llenos de energía.
- ¿Qué te da Woody Allen como intérprete?
- Lo tiene todo, habla de todos los grandes temas que nos
interesan a todos, su humor está lleno de contenido. Lo más bonito de
esta función es que los personajes lo viven todo de verdad, los
personajes sufren pero el contexto resulta cómico.
- El teatro parece resurgir en tiempos de crisis...
- He oído desde que nací que el teatro está en crisis, ahora
que la sociedad entera lo está hay una oferta muy grande de ocio y
valoramos mucho que la gente salga de casa y compre nuestras entradas.
Lo maravilloso del teatro es el directo, cada función es irrepetible.
- ¿Cómo definirías 'Tócala otra vez, Sam'?
- Es una comedia romántica con grandes dosis de humor, un texto de personajes amables de los que te apetece querer.
- Vuestra productora goza de muy buena salud, ¿qué claves seguís a la hora de poner un espectáculo en pie?
- Nos hemos pegado batacazos tremendos pero creemos en una
forma de hacer las cosas que da buenos resultados, Pedro
fundamentalmente, buscamos mucho hasta encontrar lo que más nos
convence. Lo más importante es creer en lo que hacemos y buscar textos
con contenido, obras en clave de comedia pero que traten temas de
fundamento.
- Tu personaje en 'Tócala otra vez, Sam' tiene a Bogart como referente, ¿en quien te apoyas tu?
- En los compañeros, es fundamental tener una buena relación
con ellos, María me echa una mano siempre que lo necesito sin necesidad
de pedírselo y yo a ella igual.
- En estos momentos tan duros estás teniendo una gran entereza...
- Porque hay mucha esperanza, no podría haberme acercado a los
medios si no fuera así, les tengo mucho respeto, igual que ellos a mí y
a toda la familia. Hasta que no he estado preparado para poder hablar
lo que he hecho ha sido entrar en el hospital por la puerta de atrás y a
altas horas de la madrugada, para evitar cualquier tipo de mala
respuesta o antipatía ante un interés que está lleno de cariño y
respeto. Ahora estoy entero porque está curándose y así nos lo han
avanzado los médicos.
- ¿Qué os han dicho los médicos?
- El viernes darán su parte a los medios, entonces explicarán
que la recuperación es lenta pero segura. Ha sido una intervención muy
dura y para que se recupere sólidamente tiene que hacerlo lentamente.
Recibimos buenas noticias todos los días de Gonzalo Sanz y su equipo,
grandes profesionales todos ellos, tanto médica como humanamente.
- ¿Fue todo debido a una complicación respiratoria?
- Sí, la operación fue un éxito pero hubo una complicación
respiratoria que agravó la recuperación de manera inesperada y obligó a
someterle a una segunda intervención que está llevando al éxito
definitivo. Es un hombre muy fuerte y eso se está notando en estos
momentos.
- No debe ser fácil para ti hacer reír en estos momentos...
- Ahora mismo sí porque hay mucha esperanza y su curación
avanza pero antes, cuando no la había, en las funciones que hicimos en
Ibiza si fue duro, si no hubiera tenido a María Barranco al lado
posiblemente me hubiera derrumbado pero las entradas se venden con mucha
antelación, estás comprometido y no puedes fallar a toda esa gente, lo
he vivido desde que era pequeño. Cuando mi abuelo Ismael, con el que
vivía y al que estaba muy unido, nos dejó de un día para otro, mi madre
subió a actuar y lo mismo hizo mi padre cuando su madre estaba enferma.
Así que yo voy a hacer reír al público esperando que esta función les
sirva de terapia a ellos y a mí.
- ¿Te ha superado de alguna manera recibir tanto cariño?
- Nos están tratando con muchísimo respeto, entiendo
perfectamente que mi padre es un actor muy querido en este país y su
estado de salud preocupa a todo el mundo. Sólo tengo palabras de
agradecimiento a todo el mundo por su apoyo.
- ¿Te ha vuelto a tirar los tejos la televisión tras el éxito de 'El Internado'?
- Sí, pero ahora mismo estoy muy feliz haciendo esta función
de teatro, tengo ya cuarenta y cinco años y en estos momentos me apetece
estar cerca de mi familia.
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