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lunes, 30 de septiembre de 2013

Una cuestión de crédito

Los actores Carlos Hipólito y Luis Merlo protagonizan una comedia negra ambientada en un banco y con un texto tan pegado a la actualidad que hasta aparece 'Metrópoli' 

Puede parecer mentira, pero Carlos Hipólito (Madrid, 1956) y Luis Merlo (Madrid, 1966) nunca habían actuado juntos pese a que ambos se han pasado más de la mitad de sus vidas sobre las tablas de un teatro. "Ya teníamos muchas ganas de hacerlo, porque hemos estado a punto de trabajar en un par de ocasiones y, al final, no salieron los proyectos", explica el ganador del último Max por Follies . Y la reunión, según Merlo, no ha podido ser más feliz. "Yo llevaba años admirándole como actor, por lo que tenía muchísimas ganas de trabajar con él. Y, encima, ha resultado que tenemos el mismo tipo de humor, lo cual es maravilloso cuando tienes que trabajar en el teatro, porque con los viajes y las giras tienes que pasar mucho tiempo juntos".

La sintonía en el humor ha venido especialmente bien, porque el proyecto que les ha unido es la última comedia de Jordi Galcerán: El crédito. "Y mira que ya tenía ganas de hacer una comedia, porque llevo 5 años sufriendo en escena", cuenta Hipólito. Él precisamente logró uno de los grandes éxitos de su carrera interpretando una obra del autor catalán: El método Gronhölm. "Es el tercer texto que hago de él y es un autor que me fascina por cómo sabe partir de una situación corriente para darle una vuelta de tuerca, y luego otra, y otra, hasta llegar a una situación surrealista en la que no dejas de reírte".

En esta ocasión esa situación corriente es algo que prácticamente todo adulto ha hecho alguna vez en su vida: pedir un crédito al banco. "Una situación que podría dar para un drama tal y como están las cosas en estos momentos", cuenta Merlo, "es una comedia muy pegada a la actualidad. Hablamos de las cosas que están pasando ahora, de lo que puede ser la cotidianidad de cualquiera y..., fíjate, nombramos a Metrópoli".

Hipólito encarna al director de una sucursal bancaria con más de un secreto y Merlo, al hombre que quiere lograr el crédito. "Ambos son personajes muy bien dibujados, con muchos matices. Al final, los dos están muy solos y se establece una dinámica entre ellos en la que te mueres de risa. De hecho, leyendo la obra cuesta mucho no reírse, porque tiene esas sentencias que te parten por la mitad", cuenta Merlo. "En esta profesión nunca hay un seguro para el éxito, pero si el público lo pasa la mitad de bien que lo pasamos nosotros, la obra va a funcionar estupendamente", asevera por su lado Hipólito.

Precisamente, Merlo bromea diciendo que ya lo único que le queda por hacer como actor es "tener tanto éxito que no necesite pedir un crédito". Pero, fuera de bromas, ambos coinciden en que, aunque sean unos veteranos, les queda todo por hacer. "Este oficio es así, si piensas que ya lo has hecho todo, malo. Seguro que lo mejor está aún por llegar".

El crédito se representa en el Teatro Maravillas (Manuela Malasaña, 9) hasta el 27 de octubre

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