El Madrid de Luis Merlo

Quizás sea más conocido por sus papeles en televisión (Mauri o Héctor), pero él nunca ha dejado de pasearse por las tablas de un teatro. Ahora se luce, y bien, sobre ellas, en Arte. Lleva 43 años en Madrid, viviendo entre cámaras y bambalinas, y viendo y participando de los cambios de la ciudad.

A Luis Merlo (13 de junio de 1966), lo de actor, como todo el mundo sabe, lo lleva desde el primer cambio de pañales. Ha hecho cine, televisión (Mauri, su personaje en Aquí no hay quien viva, y Héctor, en El Internado, le han dado más popularidad, si cabe), pero también teatro, un medio que siempre ha estado muy presente en su carrera. Lleva varias semanas sobre el parqué del Teatro Alcázar, con Arte, de Yasmina Reza

Tu papel en Arte es un poco como la ONU
Si. Es el país neutral y, al final, acaba siendo el que pringa. No sabe decir que no, que es un vocablo maravilloso que todos deberíamos aprender. Iván, mi personaje, por no saber decir no, se mete en un follón visto desde la acidez, la ironía y la comicidad tragicómica de Yasmina Reza.

Una obra como esta, representada en todo el mundo y trás el éxito de la versión de Flotats, ¿genera presión?
Siempre hay. Meryl Streep, sin compararnos con semejante genio, le decía siempre a su marido: No me va a salir, y él le respondía que siempre le decía lo mismo. En esta profesión, y en la vida, el primer trabajo es dar el primer paso. Además, Eduardo Recabarren (director) ha hecho un gran trabajo de desmemorización. Al final, somos tres amigos que hacen una obra que ya se ha representado antes, pero como Hamlet o cualquier otra.

¿Cómo era el Madrid donde naciste?
Vivíamos en la calle Orense y después en Pozuelo. Recuerdo un Madrid con muchos teatros abiertos. Y cuando era adolescente, una ciudad que bullía libertad recién conquistada, creatividad y necesitad de iluminar las sombras del pasado.

¿Y ahora?
Madrid sigue iluminada. Está llena de luz. La primera vez que fui a Nueva York noté la enorme diferencia con Madrid. Había más oferta cultural y mas libertad política, ideológica, sexual... Ahora no es así. Nueva York está ahora más reprimida que Madrid.

¿Dónde nos llevas para ver o sentir el Arte de Madrid?
Al teatro Alcázar, claro. Después... a Casa Paco(Puerta Cerrada, 11), y pediría unos callos. Eso es puro arte, y más junto a buenos amigos. Prueba eso y muérete.

Te gusta comer...
Me gusta comer desde que cumplí los 40, y es lo menos que se debe hacer (ríe).

¿Y dónde se come mejor?
Primero, en casa. Después, en Casa Paco, en Nina (Manuela Malasaña, 10) y en el restaurante del Teatro Real.

Frente al Nina está el teatro Maravillas, que has relanzado con tu hermano Pedro Larrañaga. ¿Cómo fue?
Hay veces que no sabes conscientemente por qué haces algo, pero lo haces. Esto lo hicimos gracias a la energía brutal de Pedro, y seguimos con esa energía para tirar adelante con las producciones y con la casa.

Y tu rincón especial...
El estanque del palacio de Cristal, del Retiro. Es un sitio melancólico y donde, cuando éramos jóvenes, íbamos a rematar la faena.

Transcrita por Ali. Facilitada por Luis Merlo. Muchas gracias :)