Luis Merlo vuelve a los escenarios con la tercera temporada de El
crédito, función que protagoniza junto a Carlos Hipólito y con la que no
han dejado de cosechar éxitos.
Centrado en el teatro, el actor no descarta volver muy pronto a
la televisión aunque por el momento no puede avanzar nada. Lejos ha
quedado aquel niño que de pequeño quiso seguir los pasos de su familia
para convertirse en la tercera generación de actores. Ahora se cumplen
treinta años de su debut y el actor no puede sentirse más agradecido de
cómo le ha tratado la vida. Pese a que Luis Merlo es bastante receloso
sobre su vida privada y no le gusta exponerse ante los medios a no ser
que sea necesario, el actor tiene claro que no le gustaría ser padre. Lo
ve una tarea muy difícil y de momento prefiere conformarse con sus
sobrinos y sus perros.
¿Cómo afrontas esta tercera temporada?
Con mucho agradecimiento y mucha ilusión. En los tiempos que
corren es muy difícil conseguir esto y creo que solo se consigue
teniendo la suerte de conectar con el público. El púbico de teatro es
muy fiel y viene dispuesto a creerse este cuento.
Una temporada dará seguridad
El nivel de examen disminuye pero no la atención de hacerlo como si
estrenásemos cada tarde. El espectador que viene acude al estreno para
él. El nivel de examen entre Carlos y yo ha desaparecido y con el
público se sale algo más confiado al ver que ha triunfado tantas veces.
¿Cuál crees que el secreto del éxito que está teniendo la función?
Es un cúmulo. El público se mata de la risa pero también vive unas
emociones en los personajes. Sobre todo con el personaje de Carlos que
empieza muy arriba y poco a poco se va desarmando, creo que ese
desarmado nos ha pasado a todos en la vida. Nos produce cierta empatía
cuando ves a una torre alta caer. Con dos personajes parece que somos
más porque hay muchas situaciones que cambian. Hay muchísimo elemento
sorpresa
Como actor, ¿Qué es lo que te hace no perder la ilusión?
Hacerlo con Carlos Hipólito, salir con él. Hasta la última función que
haga en la vida la haré haciendo todo lo posible para que el público
sienta lo que yo sentí de pequeño cuando dije que quería ser actor.
Mover algo en el público. El día a día, venir aquí y prepararnos, el
jugar, todo va provocando algo y hace que la función sea la misma en
esencia pero a la vez cambie.
De pequeño soñabas con estar sobre el escenario y ahora cumples treinta años en él
Tras treinta años puedo dar las gracias porque pocas personas tienen
esta posibilidad. Treinta años no es nada como dice el tango. He tenido
la suerte de poder vivir de ello, me siento afortunado.
¿Haces un buen balance?
Sí, no solamente en lo profesional, en lo personal también.
Estás muy centrado en el teatro, ¿No echas de menos la televisión?
Sí, es posible que suceda algo en televisión.
Se habló de un posible fichaje en La que se avecina
No puedo contar nada, pero es posible que tenga un proyecto de televisión del que todavía no puedo hablar.
¿Qué cosas te han desmoronado en la vida?
Muchas cosas. Las mismas que a todos, cuando me ha dejado alguien que
amaba y me ha tocado aprender a vivir sin esa persona se me ha
desmoronado la vida. También cuando he perdido a un ser querido. Lo
mismo que a todos, me pasa exactamente igual que a todo hijo de vecino.
Parece que vida reluce más porque estoy bajo los focos, pero eso solo es
el trabajo. Es bueno hacer que el público pueda creerte de un personaje
a otro y por eso soy bastante celoso de mi vida privada. A la gente que
me conoce le cuento mi vida y tengo muy pocos puentes de contención a
nivel de comunicación.
A veces el público quiere saber más del actor
Sí, pero con el tiempo la gente aprecia que salgamos en los medios
cuando tengamos algo que contar y no exponerte porque sí. Solo salgo
cuando tengo algo que contar profesionalmente o para dar las gracias
como cuando el fallecimiento de mi tía Amparo por lo bien que nos había
respetado la prensa. No era algo que me apeteciese hacer pero comprendí
que era lo que debía hacer por el inmenso respeto que ella había
cultivado toda su vida. Si se casa alguien de la familia es lógico estar
ahí y hablar de cosas privadas, yo soy fan de salir cuando tengo cosas
profesionales que contar.
Siendo tercera generación de actores, ¿No te gustaría tener hijos que siguiesen tus pasos?
No me gustaría tener hijos, me parece la cosa más difícil del mundo.
Soy tío y vivo lo que es una labor que sale bien pero es muy difícil.
Soy más egoísta, a un hijo lo educas para que se marche. Lo que tengo
para volcarme afectivamente son animales recogidos en casa, no comprendo
cómo se puede tratar así a los animales en un país como este. Amo a los
perros y vienen para quedarse, no hay que prepararlos para que se
marchen. No hace faltar comprar animales, hay muchos que están esperando
un hogar.
¿Todo lo que tienes son perros?
Tengo todo perros de acogida y me queda un gato, tuve tres. Recogidos de situaciones muy precarias.
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