Luis Merlo y Carlos Hipólito se lanzan a una
comedia sin igual que desmontará cualquier creencia de lo que supone ir
al banco para pedir préstamo. Acude a verla al Teatro Maravillas.
En una sucursal bancaria cualquiera se sitúan dos personajes. Uno
utilizará todas sus artimañas para conseguir que le den un crédito y el
otro se las ingeniará para rechazar tal propuesta. Al final, ninguno de
los dos sabrá ya quién es quién en esta obra…
Carlos y Luis, director de banco y cliente, ¿cómo habéis preparado vuestros papeles?
- Carlos: Juntos. Hemos intentando darles la mayor veracidad posible a
los personajes y como los dos somos bastante humanos creo que lo hemos
conseguido.
La obra transcurre en una sucursal bancaria, un lugar a priori nada cómico…
- Luis: Alejandro Andújar, nuestro escenógrafo, ha ideado un espacio
muy contemporáneo, en el que la concepción de no hacer un despacho sino
ese imaginario, esos elementos que pueda tener un despacho de banco
pero sin el realismo.
¿Reaccionaríais igual que vuestros personajes si en vuestra vida real os ocurriera una situación parecida?
- C: nosotros en la vida real no nos parecemos en nada a los
personajes, somos la antístesis total. Nuestra reacción no sé cual sería
pero te aseguro que como actores es más divertido hacer algo
completamente ajeno a ti mismo.- L: La forma en cómo se desarrolla la historia es lo que la convierte en muy divertida. Un autor, con su capacidad de manejar los diálogos, logra que en el momento más dramático de la vida te partas de risa.
- C: Y si no lo crees sólo hay que pensar: ¿quién no se ha reído en un velatorio? ¡Son cosas que pasan!
A parte de hacer pasar un rato divertido al público ¿cuál es el mensaje de la obra?
- C: No es un texto dogmático que lance un mensaje. Es más bien
sugerente. Permite al público posicionarse con cualquiera de los
personajes. Ninguno va a ser el bueno o el malo.
Y en vuestra vida real, ¿anteponéis siempre la risa ante cualquier situación?
- L: Para mí el sentido del humor es uno de los sentidos más importantes del mundo.
- C: Y por suerte, hay más sonrisas que lágrimas en nuestra vida.
- ¿Qué tal ha sido trabajar con Jordi Galcerán, autor de la obra?
- C: Para mi es la tercera vez y estoy encantado. Le estoy muy
agradecido por ser tan buen escritor teatral y escribir textos tan
inteligentes. Lo que más me gusta de él es siendo un autor de éxito
sigue siendo un tipo muy cercano, con el que se puede dialogar de todo.
- L: Para mi es la primera vez y estoy fascinado con la obra desde
que leí el texto. Agradezco que nos haya dejado ciertas licencias a la
hora de interpretar el texto.
¿Qué os parece la apertura del Teatro Quevedo por parte de un joven empresario?
- C: Siempre hacen falta más espacios porque hay muchos productores
que debido a los altos precios de las salas no pueden acceder a los
teatros con sus espectáculos. Son unos precios inasequibles para la
mayoría.- L: Si hay más salas hay más posibilidades de mostrar al público la cantidad de trabajo creativo que existe.
¿Y qué opináis del público que asiste al teatro? ¿Es suficiente?
- C: Sin duda. A la gente le gusta ir al teatro. El problema es que, a
veces, no se tiene el presupuesto suficiente para anunciar lo que hay.
- L: Hace falta más visibilidad ya que uno de los grandes
presupuestos de cada montaje es la publicidad y el gobierno cada vez da
menos ayudas.
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