Woody Allen ya tiene sustituto

Sólo hay una cosa más difícil que adaptar al teatro una obra de Woody Allen: encontrar al actor adecuado para interpretarla. Y ‘Tócala otra vez, Sam’ consigue ambas cosas de una forma increíble. La actuación de Luis Merlo es antológica, una de esas representaciones que sólo por ver a este actor merece la pena emplear un rato en ir al teatro.

En los 90 minutos que dura la obra tienes la sensación de estar viendo una némesis perfecta de Allen, un tipo neurótico, depresivo y obsesivo al que todos los pequeños problemas le superan. Y Merlo consigue que te creas su papel y que simpatices con este perdedor.
 

‘Tócala otra vez, Sam’, basada en la película ‘Sueños de un seductor’ del propio cineasta neoyorquino, cuenta la historia de Allan, un intelectual con problemas para relacionarse al que le acaba de dejar su mujer y que recibe la visita de su amigo Frank y de su esposa Linda para ayudarle a encontrar una nueva pareja.
 

Los resultados, además de hilarantes y desternillantes, serán desastrosos. Pero Allan se enfrenta a un problema mucho más grave: se empieza a enamorar de Linda, hecho que complicará la trama, creando situaciones absurdas y divertidísimas. Además, las conversaciones imaginarias del protagonista con Humphrey Bogart provocan la carcajada del público una y otra vez.

Y para finalizar, no puedo olvidar la fantástica química que existe entre Merlo y María Barranco. Da la sensación de que llevan toda la vida juntos y eso se transmite en la complicidad que demuestran sobre las tablas.

En definitiva, ‘Tócala otra vez, Sam’ es una obra obligatoria. Combina lo mejor de Woody Allen con una interpretación magistral de sus protagonistas. Para repetir.

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