Todos pensaban que su personaje, Héctor de la Vega, había muerto, pero ya se sabe que en El Internado, la línea que separa el mundo de los muertos con el de los vivos es tan frágil como sorprendente. Así, de manera inesperada, el personaje de Luis Merlo volverá a la Laguna Negra para demostrar que sigue vivo y para ser un elemento clave en la resolución de la serie, que ha iniciado ya su recta final con 15 trepidantes capítulos. Ocho de ellos se emitirán ahora y, tras una breve pausa veraniega, los siete últimos pondrán fin a tantos misterios, muertes y aventuras en septiembre
El regreso de Luis Merlo a la ficción se produce tras un año sabático en el que el actor ha cargado pilas tras sufrir un agotamiento que incluso lo llevó al hospital. Y es que, en agosto de 2009, Luis –que ya había dejado El Internado porque no podía seguir el ritmo mientras hacía teatro- fue ingresado con un cuadro de agotamiento, lo que le decidió a tomarse por fin ese descanso que tanta falta le hacía. Ahora, ya recuperado y muy ilusionado con su retorno a la serie nos cuenta: Estoy perfectamente. Necesitaba un tiempecito, pues llevaba siete años planificando mi año sabático. Me gustaría dejar claro que me produce muchísimo pudor, tal y como está el país, decir que estaba muy cansado de trabajar, porque tenemos un índice de paro muy alto. Me da vergüenza decir “es que he trabajado mucho”, pero es verdad, y hacerlo a ese ritmo puede llegar a cansar. He hecho “Aquí no hay quien viva”, “El Internado”, “Gorda” y, en medio, he hecho cine, he llevado el Teatro Maravillas y todas nuestras producciones. Y hubo un momento en el que la voz no me respondía, el sueño lo tenía alterado y no conseguía dormir más de hora y media diaria. Pensamos que lo mejor era parar, recuperarse y volver con fuerza. Por otra parte, quiero decir a todos los compañeros de la prensa que les agradezco el haberme tratado con tanto respeto y cariño en este pequeño traspiés, dijo emocionado.
¿Ahora volverás al trabajo poco a poco?
¿Poco a poco? No. Yo es que tengo un problema, la adicción al trabajo. Ahora empiezo a ensayar con María Barranco una función de Woody Allen, Tócala otra vez, Sam.
En este período, ¿Qué has hecho para recuperar fuerzas?
Pues descansar, dormir mucho, leer, pasear, viajar, estar en casa con mi pareja, con mi familia, con mis amigos… y realmente he vuelto con las pilas muy puestas.
¿El público te pedía que regresaras?
Creo que lo han pedido a través de internet. Pero ya estaba previsto, porque era lo coherente. Desde mi salida, se planteó que mi personaje, al final de la serie, tuviera una relevancia importante.
¿Cómo se va a justificar el regreso de Héctor, que, actualmente está muerto, en teoría…?
Pues, como aquí hay muchos malos, puede que me hayan dado una medicina que produce una catatonia y por eso se dictamina mi fallecimiento; o se puede haber fingido una muerte y en realidad se trata de un secuestro…
¿El guión te parece lógico?
Lo que a mí me divierte en la literatura, el cine o el teatro es que me engañen con talento y luego decir: ¡Anda!, pensaba que esto iba por aquí y al final iba por allá…. El guión me pareció que tenía una coherencia absoluta. Además, cuando yo caí por las escaleras, ya sabía qué le pasaba a mi personaje, que la muerte era una treta de los personajes que hacen de malvados. El personaje tenía que desaparecer y yo tenía que atender otros compromisos.
¿Te reencontrarás con tu hermana?
No puedo decir nada
¿Pero será un final feliz o dramático?
Es que cada vez que he hablado he metido la gamba. Perdonadme, pero me han pedido que fuera cauto.
¿Qué sabor te vas a llevar de esta serie tan exitosa?
Siempre se queda uno con un sabor agridulce cuando se va de un proyecto así.
Tras esta experiencia, ¿volverás a la tele?
Mira, es difícil renunciar a personajes como Héctor de El Internado, como el de Mauri de Aquí no hay quien viva o como algunos papeles de teatro o de cine. Lo que creo que no volverá a hacer será compaginar dos mundos incompatibles por horarios, porque yo me levantaba a las seis para ir a grabar y, cuando los demás se iban a descansar, yo empezaba la función en el teatro y me acostaba a la una de la mañana. Y eso no siempre sucedía en Madrid. A veces estaba de gira, por ejemplo, en Valencia, entonces, venía de noche a Madrid, iba a El Internado sin dormir, grababa y dormía en el coche de vuelta a Valencia. He estado así ocho años. Los actores tenemos muchísimo miedo a decir que no y no debería ser así. Por otro lado, la oportunidad de hacer un trasvase de personaje de Mauri a Héctor era algo en lo que Globomedia confió más de lo que yo mismo confiaba. Ellos creyeron más en mí que yo mismo y, por eso, es un gusto haber vuelto para terminar la temporada con el retorno de mi personaje, como habíamos planificado desde mi salida.
Transcrito por Ali
El regreso de Luis Merlo a la ficción se produce tras un año sabático en el que el actor ha cargado pilas tras sufrir un agotamiento que incluso lo llevó al hospital. Y es que, en agosto de 2009, Luis –que ya había dejado El Internado porque no podía seguir el ritmo mientras hacía teatro- fue ingresado con un cuadro de agotamiento, lo que le decidió a tomarse por fin ese descanso que tanta falta le hacía. Ahora, ya recuperado y muy ilusionado con su retorno a la serie nos cuenta: Estoy perfectamente. Necesitaba un tiempecito, pues llevaba siete años planificando mi año sabático. Me gustaría dejar claro que me produce muchísimo pudor, tal y como está el país, decir que estaba muy cansado de trabajar, porque tenemos un índice de paro muy alto. Me da vergüenza decir “es que he trabajado mucho”, pero es verdad, y hacerlo a ese ritmo puede llegar a cansar. He hecho “Aquí no hay quien viva”, “El Internado”, “Gorda” y, en medio, he hecho cine, he llevado el Teatro Maravillas y todas nuestras producciones. Y hubo un momento en el que la voz no me respondía, el sueño lo tenía alterado y no conseguía dormir más de hora y media diaria. Pensamos que lo mejor era parar, recuperarse y volver con fuerza. Por otra parte, quiero decir a todos los compañeros de la prensa que les agradezco el haberme tratado con tanto respeto y cariño en este pequeño traspiés, dijo emocionado.
¿Ahora volverás al trabajo poco a poco?
¿Poco a poco? No. Yo es que tengo un problema, la adicción al trabajo. Ahora empiezo a ensayar con María Barranco una función de Woody Allen, Tócala otra vez, Sam.
En este período, ¿Qué has hecho para recuperar fuerzas?
Pues descansar, dormir mucho, leer, pasear, viajar, estar en casa con mi pareja, con mi familia, con mis amigos… y realmente he vuelto con las pilas muy puestas.
¿El público te pedía que regresaras?
Creo que lo han pedido a través de internet. Pero ya estaba previsto, porque era lo coherente. Desde mi salida, se planteó que mi personaje, al final de la serie, tuviera una relevancia importante.
¿Cómo se va a justificar el regreso de Héctor, que, actualmente está muerto, en teoría…?
Pues, como aquí hay muchos malos, puede que me hayan dado una medicina que produce una catatonia y por eso se dictamina mi fallecimiento; o se puede haber fingido una muerte y en realidad se trata de un secuestro…
¿El guión te parece lógico?
Lo que a mí me divierte en la literatura, el cine o el teatro es que me engañen con talento y luego decir: ¡Anda!, pensaba que esto iba por aquí y al final iba por allá…. El guión me pareció que tenía una coherencia absoluta. Además, cuando yo caí por las escaleras, ya sabía qué le pasaba a mi personaje, que la muerte era una treta de los personajes que hacen de malvados. El personaje tenía que desaparecer y yo tenía que atender otros compromisos.
¿Te reencontrarás con tu hermana?
No puedo decir nada
¿Pero será un final feliz o dramático?
Es que cada vez que he hablado he metido la gamba. Perdonadme, pero me han pedido que fuera cauto.
¿Qué sabor te vas a llevar de esta serie tan exitosa?
Siempre se queda uno con un sabor agridulce cuando se va de un proyecto así.
Tras esta experiencia, ¿volverás a la tele?
Mira, es difícil renunciar a personajes como Héctor de El Internado, como el de Mauri de Aquí no hay quien viva o como algunos papeles de teatro o de cine. Lo que creo que no volverá a hacer será compaginar dos mundos incompatibles por horarios, porque yo me levantaba a las seis para ir a grabar y, cuando los demás se iban a descansar, yo empezaba la función en el teatro y me acostaba a la una de la mañana. Y eso no siempre sucedía en Madrid. A veces estaba de gira, por ejemplo, en Valencia, entonces, venía de noche a Madrid, iba a El Internado sin dormir, grababa y dormía en el coche de vuelta a Valencia. He estado así ocho años. Los actores tenemos muchísimo miedo a decir que no y no debería ser así. Por otro lado, la oportunidad de hacer un trasvase de personaje de Mauri a Héctor era algo en lo que Globomedia confió más de lo que yo mismo confiaba. Ellos creyeron más en mí que yo mismo y, por eso, es un gusto haber vuelto para terminar la temporada con el retorno de mi personaje, como habíamos planificado desde mi salida.
Transcrito por Ali
No hay comentarios:
Publicar un comentario