Su regreso ha sido un secreto a voces. Hoy Héctor, el personaje que da ¿vida? a Luis Merlo regresa a «El internado» de la Laguna Negra. Va a ser un momento inolvidable en esta serie de misterio y terror producida por Globomedia para Antena 3. Esta noche (22.15 horas) esa reaparición dejará a todos con la miel o la hiel en los labios...
¿Cómo se siente en este momento?
Con una fuerza increíble y en ebullición. Este descanso me ha servido para tomar un respiro. Es algo que todos los actores deberían de hacer para bien no solo de ellos, sino del público al que se le debe todo el respeto del mundo.
Con una fuerza increíble y en ebullición. Este descanso me ha servido para tomar un respiro. Es algo que todos los actores deberían de hacer para bien no solo de ellos, sino del público al que se le debe todo el respeto del mundo.
Tal y como están las cosas desde el punto de vista laboral, ¿no es un poco arriesgado?
Algunos de mis compañeros no lo comprenden. Antes de tomar la drástica decisión de parar —entre El internado y Arte— cuando llegaba al teatro o al plató casi tenía un hilo de voz. No podía más y estaba dando la peor imagen de mi. Soy de la opinión que es mejor dejar las cosas, no pasa nada, el público no se va a ir...
¿Cómo afronta esta recta final en El internado?
Con mucha emoción.
¿Encariñado con su personaje?
Héctor me ha dado algo que es muy difícil de conseguir en televisión: interpretar lo contrario de Mauri de Aquí no hay quien viva. Cuando me lo ofrecieron, los productores tuvieron más confianza en mi que yo mismo. Se trata de un tipo que no tiene sentido del humor, pero que el público lo ha aceptado.
Dentro de lo tenebroso y misterioso de la historia, ¿es un personaje creíble?
Esa ha sido siempre mi intención en todos los personajes a los que he tenido la suerte de dar vida. Mi objetivo es crear con naturalidad, meterme dentro y fundirme con él.
Un espíritu inquieto como usted no le veo sentado viendo pasar la vida...
Así es. Precisamente es lo único que no he hecho a lo largo de mi trayectoria vital. He viajado e incluso he estudiado música, algo que tenía muchas ganas de hacer. También he visto lo que se hace por los teatros del mundo para recoger ideas. En esta profesión hay que saber reciclarse.
¿Cuál es el secreto del éxito de esta serie?
Nadie tiene la fórmula mágica. Quizá puede estar en la mezcla de actores jóvenes y veteranos.
¿Viene a quedarse hasta el final?
Por supuesto.
¿Nos puede desvelar algún misterio?
Los secretos y los misterios son lo que su nombre indica y no se pueden revelar.
¿Estamos ante una serie que ha marcado a sus protagonistas?
Héctor y Mauri me van a acompañar toda la vida. Eso no quiere decir que ya siempre vaya a hacer de ellos. Mi abuelo Ismael decía que en cada nueva obra había que ponérselo fácil al público o lo que es lo mismo, dejar a un lado la vida privada y que la audiencia se fije solo en el personaje.
Pues para mí Héctor sí que tenía mucho sentido del humor... Recordad que era el único que le sacaba una sonrisa a María... En la última temporada hacía reír a Lucía. y eso solo por poner algún ejemplo.
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